lunes, 8 de octubre de 2012

Chiste semanal

   
  • Conversación entre bateristas:
-- Creo que mi vecino no anda muy bien.
-- ¿Por qué?
-- De pronto, todas las noches a las tres de la mañana, se pone como loco a golpear las paredes.
-- ¿Y tú que haces?
-- ¿Yo? Nada, seguir tocando la batería.



  • ¿Para qué se inventó el piano?
         Para que los músicos tuvieran un lugar donde apoyar la cerveza.



  • ¿Cómo sabes si un cantante está en la puerta?
         Porque no sabe cuando "entrar"


  • ¿Cual es el secreto para que un guitarrista deje de tocar? 
           Ponerle una partitura.
         ¿Y para que un pianista deje de tocar?
         ¡ Quitársela!

viernes, 5 de octubre de 2012

Despertando.


Bueno amigos, ésta es mi más nueva entrega, es un cuento corto, espero les guste.

Mientras van apareciendo ideas en mi mente, tu fragancia envuelve todo a mi alrededor, aún sin abrir mis ojos siento tu respiración, mi brazo te toma por la cintura y tu espalda está contra mi pecho. Rayos de sol se cuelan entre las cortinas. Me incorporo, sentado sobre la cama te doy un último beso en la mejilla y me pongo de pie. No he podido completar un paso cuando siento tu mano apresando la mía.
-Cinco minutos más... -Me dices, tu voz parece un susurro, me recuesto y despierto.
Sólo, en el piso, los rayos de sol me encandilan, el desorden que dejé anoche sigue igual, todo está igual, no estás para compartir el alba. Me levanto del suelo y camino a la cocina, aún queda media botella de vino sobre la mesa.
Un trago y las pastillas bajan por mi garganta. Aún recuerdo la última vez que nos duchamos juntos, ahora sólo me queda el agua helada. Desde que te fuiste no he usado corbata, extraño el romanticismo de dejar que me la pusieras... Pero extraño más cuando me la quitabas. Quizá hoy sea un buen día para buscarte, enfrentar mis demonios, cazar tu espíritu y juntarlo al mío… Quizá es buen día para morir.

lunes, 1 de octubre de 2012

Chiste semanal

Estaba un loro en una tienda de animales que no lograba encontrar dueño por ser muy mal hablado. 
Un día un señor se lo lleva a casa, dispuesto a hacer de él un loro dulce y educado. 
Cuando llega a casa comprueba estupefacto que todas las palabras feas del diccionario son usadas por el ave con total destreza y soltura. 
Un día, harto de sus malos modos, decide darle un castigo ejemplar y lo mete en el congelador. 
Cuando se ve en tal situación el loro comienza a dar vueltas por el congelador, grita, dice palabrotas y al cabo de un rato comienza a llorar desconsolado. 
Su dueño, al oírlo llorar lo saca del congelador y cuando lo hace el loro promete portarse bien. 
Entonces cuando ya está a salvo en su jaula, pregunta: 
¿Y se puede saber que hizo el pollo que está ahí dentro?