Estaban un chino, un americano y un mexicano en el infierno. De pronto, se aparece el diablo, y les dice:
-Hola mortales, tengo un reto para ustedes; si soportan 25 latigazos míos, podrán ir al cielo, de lo contrario, se quedan aquí. Tienen derecho a escoger cualquier cosa para protegerse.
Todos aceptan, y el americano pasa con un trozo de titáneo muy grueso, y le dice al diablo que comience. Después del primer latigazo, el titáneo se rompe, y al segundo, el americano pide que se detenga. Después pasa el chino sin nada, y el diablo le pregunta:
-¿No vas a usar nada?
-No, porque solo necesito concentrarme y soportaré todo el dolor que pueda sentir.
Entonces el diablo comienza a dar los latigazos, y el chino se queda inmóvil hasta que pasan los 25 azotes. Después, pasa el mexicano y dice:
-Chino, ven para acá.
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